Cinco…cuatro…tres…dos…uno… ¡Cero! Ya son las tres y toca ir a casa con el súper presumido de Jaime. Menos mal que sus padres me caen bien que si no…
-Sara, ¿vas a venir hoy a entrenar?- se planta Lucas en mi mesa.
-No, asuntos familiares- ya me gustaría ir para verte sin camiseta.
-Pues el Mister se va a cabrear y te va ha hacer correr un huevo, solo falta un día para el partido.
Yo juego en el equipo de futbol mixto del instituto. Solo somos 5 chicas, pero todos los tíos están para comérselos, así que compensa.
-Con tal de que el sábado no llegue tarde estará contento-contesto sonriendo.
-Está bien- me da una palmadita en la espalda y me quiña un ojo mientras se aleja.
Abro la taquilla, cojo el libro de latín y lo meto en la mochila. Salgo de clase y me dirijo a las escaleras. Estoy retrasando mi ida lo más que puedo, no quiero llegar y encontrarme a Jaime campando por MI casa a sus anchas. Ya estoy fuera del colegio y bajo por la calle principal y en la primera curva…
-¡Sara! Te estaba esperando.
No doy crédito, ¿Cómo se puede tener tanta cara?
-Hola, Juan ¿qué quieres?
-Quería hablar con tigo de…
-¡No hay nada que hablar!-le corto furiosa, no me lo puedo creer-¡Adiós!
Me doy la vuelta, pero tan solo dos pasos me coje del brazo.
-¿Quién es Jaime?-me pregunta muy serio.
-¿Y a ti que te importa?-me zafo de él y sigo caminando mientras noto su mirada penetrante en mi nuca, menudo capullo…<< ¿y a ti que te importa?>> repito en mi cabeza. Ahí que tener huevos para volver ha hablarme después de cómo me trato, y pretende q le responda a esa pregunta. Él ya no me importa. Noto una punzada en el pecho que me dice q eso no es cierto, pero quiero creerlo así. Sigo rumiando para mí durante unos minutos cuando caigo en la cuenta de que ya he llegado. Introduzco la llave de la puerta de fuera y cuando voy a abrir la de la entrada alguien se adelanta.
-¡Hombre Sara!, por fin llegas- me saluda mi madre abriéndome la puerta- te estábamos esperando para despedirnos de ti e ir al aeropuerto.
Mi madre se dirige a la cocina y yo me adentro al salón donde Chema y Pilar, los padres de Jaime, ya están levantados para darme dos besos. Odio esa norma de cortesía.
-¡Sara! ¡Cuánto has crecido!- exclama Pilar dándome los dos besos seguida de Chema.
-Si, estas echa una mujer- dice su marido sacándome los colores.
-Solo han pasado seis meses…
En ese momento entran mi hermano, y mi madre seguidos de Jaime.
-Ya le he enseñado la casa-dice Álvaro con desgana- Y he subido las maletas ha mi habitación.
-¿Has saludado a todos Sara?-pregunta mi madre.
- A mi no-sonríe Jaime mientras me mira a los ojos.
<<Mierda>> que bueno está…
