domingo, 29 de enero de 2012

CAPITULO 10

Caminamos en silencio al instituto, Jaime lleva una camiseta de pico gris y un pitillo vaquero, con unas converse negras y la mochila la lleva colgada solamente de un hombro. No me gusta reconocerlo, pero esta como un queso. Yo voy con una falda plisada por encima de las rodillas, roja y negra a cuadros. Una camiseta de tirantes blanca con un chaleco negro, botas y calcetines por las rodillas. No se si la gente nos mira, por mi pintoresco atuendo, o por que Jaime no para de sonreír, no, enserio, siempre sonríe, no se como lo hace, pero siempre sonríe. Estamos llegando al instituto cuando Nat se para enfrente de nosotros.

-¡Hola hola! Tú eres Jaime, ¿no?-dice como saludo.
-Si, el mismo- contesta, como no, sonriendo.
-Me han hablado de ti, mal, pero me han hablado.
Suelto una risita
-¡Ah! Muy bonito Sara, muy bonito- dice aparentado estar molesto, pero con una sonrisa en cara, otra vez- y yo que te tenía en tan alta estima.
-Si claro, y los elefantes son microondas- ironizo empujándole-anda tira para adelante, tira.

 Entramos a el instituto y cunado estamos por los pasillos la gente le mira con curiosidad, no suelen haber muchos nuevos, y  menos a mitad de curso. Como había dicho mi padre, va a mi clase, así que ya ahí dos personas que soportar, Juan y Jaime. Y aunque por alguna extraña razón, preferiría tener en clase a Jaime que ha Juan, me tengo que aguantar con los dos. Se sienta dos sitios detrás de mí. La gente le mira pero no le habla, comentan en susurros, cosa que a Nat y  mi nos pone de los nervios, y solo se calman las voces cuando entran algunas de las personas que jugaron en el partido.

-¿Qué pasa Jaime? ¿Cómo te lo montas?- grita al entrar a clase Lucas.
-Pues aquí, ya ves tú- responde
-¡Hola!- le dice Inés.

Y cada uno de los presentes del partido empiezan ha hablar con el, deja de haber susurros y la gente se acerca, se presenta. Me llaman, ya que Jaime vive en mi casa y alguien lo habrán comentado, me acerco y empezamos todos ha hablar. Hay buen ambiente, aunque la relación entre Jaime y yo sigue fría, se va animando poco a poco. Pero entra Juan en ese momento y se me para el corazón, disimulo, pero Jaime y alguna que otra persona más se han dado cuenta, todos saben el porque de mi reacción menos él, Jaime, que me mira con curiosidad. Y Juan mira hacia aquí con cabreo. La peña se dispersa hacia sus sitios y justo cuando entra el profesor oigo decir a Jaime:

-¿Qué le pasa a Sara?
-Luego te cuento- contesta Nacho.

Tengo que desahogarme urgentemente, no quiero que Juan se entere, pero es inevitable, tengo que comentárselo a las chicas. Y hablando de ellas, ¿dónde está Celia?, ella siempre llega pronto y no creo que este mala, ayer estaba perfectamente… ¿Dónde está?

miércoles, 25 de enero de 2012

CAPITULO 9

En el primer tiempo va ganando el equipo de Fran 3-1. Si, he dicho Fran. El chico del McDonal con su sonrisa perfecta, juega en el equipo de esos machistas degenerados que se han reído cuando hemos salido de los vestuarios, alegando que nosotras deberíamos estar animando y no jugando. Y cuando hemos empezado a robar balones, han pasado de insultarnos a tirarnos los tejos. Pero antes de empezar una persona se me ha acercado, que resulto ser Fran:

-¿Sara?-preguntó.
-¡¿Fran?! ¿Que haces aquí?
- Pues parece ser que jugar contra tu equipo, por que juegas ¿no?- pregunta para asegurarse
- ¿Qué pasa? ¿Es más fácil para vosotros jugar si ahí chicas en el equipo contrario?- pregunto yo también.
-¿Q….que? NO.
-Pues díselo a tus amigotes- aclaro señalándoles con la cabeza- pero sin malos rollos ¿e?- añado con una sonrisa y me doy la vuelta

Escalofrío ¿Soy yo, o me estoy volviendo una arpía? Bueno, el caso, estamos en la segunda parte y, o ganamos, o no se que voy ha hacer.

- A ver, vamos a remontar por mis santos cojones u os voy a tener corriendo el próximo día TODA la hora ¿entendido?-asentimos ante estas palabras del Mister- bien, Lucas, vas ha defender ha saco, no vas a dejar pasar ni una bola ¿de acuerdo?
-Si, si, defiendo, defiendo
Sigue dando unas órdenes más cuando ya toca salir al campo.
-Venga, ¡ha ganar!
-Un, Dos, Tres… ¡Albert Einstein!-Gritamos al unísono el nombre del instituto juntando las manos.

                                                                 ***
Remontamos, ganamos por un gol de nuestra queridísima Vanesa. Menudo palo se llevaron al ver que el gol de la victoria lo ha marcado una chica. Estamos en los vestuarios, pero en las duchas, donde los chicos no nos pueden ver, aunque lo deseen mucho. Estamos comentando lo del partido y cuando terminamos con la ducha nos vestimos en nos secamos el pelo con los secadores de la pared. Salimos los chicos y nosotras a la vez del vestuario donde me está esperando Jaime. Pongo los ojos en blanco.

-Chicos, os presento a Jaime, Jaime, chicos-digo señalando a todos.
-Encantado- dice en respuesta
-El lunes va a venir al instituto ¿vale? Así que ya tenéis tema de conversación-río

Se las apaña bien, las chicas le miran embobadas, excepto Vanesa, que no se fija en nadie mas que en su churri y Laura que yo creo que le van mas las chicas. Nacho le pasa a Jaime un brazo por los hombros y le empieza ha hablar como si le estuviese dándole una lección de la vida. Sonríe. Pepe esta más rezagado, como si temiese llevarse bien con Jaime, seguro que cuando nos despistemos llama a Juan para informarle. Suspiro. Y a lo lejos vemos al equipo contrario, cruzo una mirada con Fran y después de tres segundos, la retiro. Estoy perdiendo facultades, antes aguantaba más una mirada fija.

-Sara, ¿Quién era ese chico del otro equipo con el que hablabas antes del partido?- me pregunta Inés.
-Nadie
-¿Nadie?

Me mira a los ojos suplicándome que se lo cuente. Sonrío y me dispongo a contarle lo que paso la tarde que Juan me rompió el corazón. Porque, si, me lo ha roto, y no se cuanto tardara en  regenerarse…

miércoles, 11 de enero de 2012

CAPITULO 8

- Explícame otra vez porque tienes que ir a ver el partido
-Porque me aburro- aclara Jaime.

Vamos en el autobús de camino al partido, se ha empeñado en ir a verme, le he dicho que no, pero no me ha hecho ni caso y no para de sonreír, y eso, me pone los pelos de punta.
Esta noche soñé con Juan, me decía que me quería y que era la única para el. Después aparecía en otro lugar, pero en tercer plano, y veía a Juan besándose con una de segundo de la eso y decía: << Nena, tu si que hueles ha merengue>>, dejando claro que yo no huelo a merengue, aunque no tiene ningún sentido…me ha dejado con mal sabor de boca.

-¿Te pasa algo?- pregunta
- Si, es que tengo un problema- respondo
-¿Cuál?
- Tú

Vuelve a sonreír como si nada. Bajamos en nuestra parada y seguimos calle arriba hasta entrar en el polideportivo. Veo como unas chicas, que jugaran al voleibol se comen ha Jaime con los ojos y a mi me echan miradas asesinas. ¡Como si me gustase estar con él!

- Como veo que te quedas, vete yendo ha las gradas que yo voy a los vestuarios- le pido
- Lo que usted diga señorita- dice haciéndome una reverencia. Pongo los ojos en blanco.

Mientras me dirijo a los vestuarios recuerdo que Pepe, el mejor amigo de Juan, juega con migo. No puedo evitar pensar en como voy a explicar lo de Jaime y lo que le dirá Pepe ha Juan al respecto. Me cae bien, pero, él y Juan se cuentan todo. ¡¿Y que más le dará a Juan lo que haga yo o deje de hacer?! No tengo que dar explicaciones. Él ya no forma parte de mi vida. Entro al vestuario de mujeres, que solo se separa al de hombres por una pared abierta por arriba donde se puede escuchar todo.

-¡Sarita! Creí que no llegabas nunca- Inés me abraza aun cuando solo esta en bragas. Sonrío ante su despreocupación.
-Hola
-¡Ey! –exclama Vanesa.
Y después más saludos y risas de los dos vestuarios.

-¿Sabes qué, Sara?-me pregunta el que creo que es Gonzalo desde el otro lado de la pared- Hemos escuchado a los del otro equipo hablar y dicen que ni de coña les ganamos jugando con chicas.
Me quedo en silencio unos segundos y:
-¡¿De que coño van?!- casi grito tan enfadada como lo estoy o estuve con Juan.
- Les vamos a patear el culo- dice Lorena.
-¡Estás que no!- canturrea Vanesa.

Vítores, aplausos e insultos se oyen a los dos lados de la pared. Alguno que otro chico trepa, no se como, por la pared para vernos cambiarnos, pero no dura lo suficiente mientras les tiramos las espinilleras y ellos nos las devuelven. Estamos más motivados que nunca. Va a ser un partido interesante.

Musica