miércoles, 27 de junio de 2012

CAPITULO 39


-Te ha salido muy bien el examen, Sara- dice el profesor de inglés con una sonrisa mientras me entrega dicho examen.
-¡Toma ya, chúpate esa guapa!-le restriego a Celia, que esta sentada al lado mio, mi nota
-¡¿Un 9´5?! ¡No es justo!-se queja- tu no has estudiado nada y yo si ¿Cómo es que sacas más nota que yo?
-¿Quien decía que iba a suspender?-le pregunto con sorna
-Cállate-me ordena riendo- Pero mi 8 no esta nada mal ¿eh?
-Nada mal...Pero no tanto como un 9´5
-Capulla-responde sacándome la lengua
-Hay que saber perder, Celuch-palmeo su hombro
-¡No me llames Celuch, que no me gusta!
-Lose

¡Toc, toc!


Llaman a la puerta de clase, y Alonso, el profesor de ingles, para de repartir exámenes y pide que pase quien sea que esté detrás de la puerta.


-¡Ey Alonso! ¿Podemos pasar?- pregunta Rober

-Tenemos justificante-se excusa Teto...bueno, el que creo yo que es Teto

La clase se queda en silencio total al verlos, pero ese silencio se rompe cuando Marina exclama:


-¡Oh, Dios mio!

-No creo...
-¡Y una polla!-se descojona Nacho dando golpes a la mesa
-¡Ya no sois Zipi y Zape tío!
-¿Tenia que ser de ese color? ¡Que canteo!
-¿Que? ¿A que ya no sabéis quien es quien?-preguntan los gemelos riéndose
-Sentaos ya y dejar de montar bulla-les manda Alonso

Se sientan en sus sitios y el profesor les entrega su examen. No me puedo creer que los dos se hayan teñido el pelo de verde.¡Verde! Ahora no se les distingue, son completamente iguales...y cada día mas bobos. Sonrió. La verdad es que mola como les queda el verde. Y parece que a Laura también lo piensa, porque le toca un poco demasiado el pelo a Rober, mientras el grupito de chicas sin cerebro del fondo de la clase, que te digo ya: han suspendido este examen, miran embobadas a Teto y creo haber oído de sus bocas que es un valiente por teñirse el pelo de ese color. Pongo los ojos en blanco.


-¿Que has sacado preciosa?- me pregunta Jaime apoyando los brazos en mi mesa

-Un 9´5 ¿Y tú?

Sonríe.


-Un 10-responde mirando directamente a mis ojos

-¡Qué perro!-exclamo arrancando su examen de sus manos- ¿Desde cuando se te da tan bien inglés?
-Querida Sara-dice cogiendo mi mano y con la que tiene libre empieza a acariciar desde el torso de mi mano  hasta el codo con delicadeza, sin apartar la mirada de mis ojos- Han pasado tres años desde la ultima vez que pasamos algo de tiempo juntos. Todavía hay muchas cosas que no sabes de mi...y digo yo, que de primero a 4º de la ESO se puede aprender bastante inglés ¿no?
-Supongo...



***

Si no llega a ser por Celia, que carraspeó, Jaime me hubiese besado. ¡Besado!  o a lo mejor hubiese sido yo la que le besaba a el...¡Ay! Menudo cacao mental.
Hago la croqueta de un lado de la cama a otro. Tengo que olvidarme de eso. Le hago una perdida a mi madre y cuando me devuelve la llamada le digo mi nota de inglés para que este contenta. Hablamos un poco mas pero me tiene que dejar porque tiene trabajo, pero antes me pasa a mi padre que me dice que espera que saque las mismas notas hasta que acabe el curso, que ya queda poco. 

Me siento en la repisa de la ventana y miro por ella. Me acuerdo que cuando Álvaro y yo eramos pequeños, nos acurrucábamos los dos en la ventana y Íñigo y Lucía, nuestros hermanos mayores, nos engañaban como a tontos diciendo que cada vez que nos tomásemos un yogur de limón crecería un limón en el limonero del jardín del vecino. La broma duro hasta que mi madre se dio cuenta de que los yogures de limón desaparecían sospechosamente rápido de la nevera.

Miro por la ventana para ver que hace la gente fuera de esta casa. En la casa de enfrente, se ve al hijo de mis vecinos haciendo abdominales en el piso de arriba sin camiseta. Tendrá 27 años pero está...cuando deja de hacer flexiones, ve que le estoy mirando y me guiña un ojo y me tira un beso, seguramente para intimidarme, pero como yo no soy una chica que se intimida fácilmente le saludo con la mano. Él sonríe y niega con la cabeza mientras se pone una toalla en el cuello y sale de la habitación. Después veo a una señora regando sus flores, algunos peatones por la acera. Pasan unos minutos y me fijo en una pareja que no me percate que estaban hay antes. Están en un pequeño callejón donde separa una casa de otra. Ella esta contra la pared y el la esta besando, ¡madre mía! de que manera la esta besando... y metiendo la mano por debajo de la camiseta de ella. La chica le ha pasado las manos por la nunca. Vaya festín se están pegando ahí fuera... podrían irse a un hotel o algo...espera...¿el chico no es...

-...Jaime?-susurro


                                                      






viernes, 15 de junio de 2012

CAPITULO 38

Además de primos, se llevan muy bien. Normal. Entre capullos hay que llevarse bien ¿no?. Abro la puerta a Fonsi para que se valla a su casa.

-Adiós rubia-se despide de mi robándome un pico
-Ni soy rubia, ni quiero que me beses-le aclaro empujandolo-No se como no te mato ahora mismo por chantajearme con la foto ¿De donde coño la has sacado? Se supone que nadie debería haber hecho una foto de...de eso..
-Conozco a un tipo-deja en el aire- y no se de que te quejas, a mi me gusta mucho como sales-me guiña un ojo
-Ja. Ja. Ja. Que gracioso-ironizo con los ojos entrecerrados- Te juro que como no cumplas tu parte del trato te vas a comer mi bota
-La cumpliré si tu la cumples. Y eso incluye besos- dice cruzando el jardín. Capullo.

Vuelvo a entrar en casa y voy al salón. En el sofá de tres plazas están Álvaro, en una esquina, y Jaime en el medio. En el sofá pequeño están sentadas Celia y Nat sobre sus rodillas, y las dos mantienen una conversación con mi hermano. En ella están discutiendo lo bueno y lo malo de tener dieciocho años. Ellas dicen que con dieciocho puedes conducir, comprar alcohol, etc. Álvaro dice que no, que desde que cumplió los dieciocho, ahora tiene mas responsabilidades y puede ir a la cárcel. <<¿Qué le preocupa ir a la cárcel? Vale, todos sabemos que Álvaro no es precisamente un santo, pero no para tanto, es que...¿enserio? ¿la cárcel?>> Me río. Jaime no participa en la conversación, esta ausente viendo la tele, aunque en realidad tiene la mirada perdida. Me siento al lado suyo.

-¿Todavía haces eso?- le pregunto señalando como muerde el cordón de la sudadera. No se por que, pero esa manía me parece adorable.
-¿El que?-pregunta distraído girando hacia mi, pero sin mirarme- ¡Ah! Si...lo de morder los cordones...parece que si, no me había dado cuenta-me dice soltando el cordón-¿Cómo es que te acuerdas?-me interroga con una sonrisa
-Para no acordarme...-susurro
-¿Que?
-Nada...
-Nosotras nos tenemos que ir-informa Nat mirando el reloj- Ya son las 11 en punto...
-¡¿Que?! ¿Como que las 11? ¡Nos teníamos que ir a las 10!-se queja Celia
-Relájate-dice Nat
-¡¿Que me relaje?! Mi madre me va a matar...
-Si tu madre es una dulzura-decimos Nat y yo
-Anda, llama desde el fijo, y dile que se te ha pasado la hora, y ya está-le aconseja mi hermano

Le paso el teléfono y ella marca el número. Cuando termina de hablar con su madre, Celia y Nat se marchan, no sin antes despedirse de mi dándome una abrazo y besos y diciendo paridas mientras salen por la puerta. Vuelvo a entrar en el salón y veo a los dos hombres de la casa sentados en el sofá viendo la tele.

-Me voy a dormir-les digo
-¿Tan pronto?-pregunta Jaime
-Si, tengo sueño
-Dame un beso antes de irte ¿no?-me dice mi hermano
-Vale...

Me acerco a Álvaro, y cuando voy a darle el beso,coge mi antebrazo, tira de él y caigo en el sofá. Álvaro se pone encima mio y empieza a hacerme cosquillas. Intento sin resultado salir de debajo suya pero entre la risa y el peso de Álvaro solo consigo hacer que se mueva un milímetro.

-¡Los pies, Jaime, los pies!-le ordena mi hermano riendo. Jaime con una sonrisa malvada me quita un zapato.
-¡No! ¡Por fa..favor.. no!-grito entre carcajadas- No, no no...¡Ay! q me hago pis...¡Parar! ¡par...parar!

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