lunes, 29 de octubre de 2012

CAPITULO 43

Al entrar en casa, me encuentro a Jaime esperándome en la entrada.

-¿Y bien?-pregunta
-¿Y bien qué?
-¿Me lo vas a contar?
-¿Contar el qué?-me hago la tonta
-Sabes perfectamente a que me refiero-me mira con cara de enfado- No he hecho nada para que te comportes así conmigo, me he comportado medianamente bien en estos días...
-Si, eso tu amiguita lo sabe muy bien-se me escapa recordando a la tía del callejón. Me arrepiento nada mas decir estas palabras. Soy tonta, ¿porque no me puedo callar?
-¿Amiguita? ¿Que amigui...me viste?-me mira atónito sin saber que decir, pero de repente veo un brillo en sus ojos y empieza a sonreír lentamente y se va acercando a mi hasta que nuestras narices están casi rozando-Estas celosa
-¡¿Que?! ¡Mas quisieras!-noto como el calor sube a mis mejillas
-Estas celosa-canturrea-Te gusto
-No me gustas, no estoy celosa, y aléjate a un metro de mi-digo tajante
-¿Por qué?- sonríe y me rodea con los brazos la cintura- ¿Te pongo nerviosa?

"Si" pienso

-En tus sueños-respondo
-Te pongo nerviosa-se responde el mismo. Pongo las manos en sus hombros para alejarle pero él es mas fuerte y acabo desistiendo y cerrando los puños en su camiseta

Veo como Jaime me mira y me pongo nerviosa. No debería estar tan cerca, no debería dejar que esté tan cerca...y menos aún cuando hace dos horas él se estaba pegando el lote con una guarra en el callejón. Bajo la mirada para que no sepa lo que estoy pensando, cuando recuerdo el incidente de la ducha y me pongo mas nerviosa aún. Cuando vuelvo a levantar la vista, Jaime esta sonriendo y se perfectamente que estaba pensando lo mismo que yo.

-Eres preciosa-me susurra acercando la boca a mi oído- con ropa, o sin ella. Pero prefiero la segunda-voy a contestar cuando de repente me muerde el lóbulo de la oreja y doy un respingo. Me empieza a besar el cuello y yo pierdo la movilidad completamente-Me encanta tu pelo-murmura en mi garganta- y tu cuello, y tus ojos-dice esta vez mirándome- y tu boca...

Nuestros labios están apunto de tocarse cuando escucho un golpe que proviene de mi habitación. Miramos los dos arriba.A él se le ve irritado. De repente, toda la magia del momento se esfuma y me doy cuenta de lo que estoy haciendo. Apunto he estado de caer en sus garras por... ¿Tercera? ¿Cuarta vez? No lo se. Me siento indignada. Hace un momento él se esta liando con una y ahora lo intenta conmigo. Puede que yo no sea la mas indicada para hablar, pero me gustaría que no me tratase como a una conquista mas. Porque me doy cuenta de que es así como me ha estado tratando hace un momento. Diciéndome cosas bonitas. Y yo como una tonta, voy y caigo...
Tengo unas ganas inexplicables de llorar.

-¿A cuantas chicas le habrás dicho eso, Jaime?-le pregunto en tono duro y alejándome de él-Seguramente un montón. ¿Cuantas, Jaime? Ilumíname-digo sarcásticamente
-Sara...-se pasa las manos por él pelo y yo me recrimino por pensar en lo guapo que está cuando hace eso
-Hazme el favor de no tratarme como a una de tus puntitas ¿Quieres?-le empujo y subo corriendo las escaleras yendo a mi habitación. Nat y Celia están hay como me dijeron que harían. Me quedo parada un rato en la puerta y sin saber porque, las abrazo y empiezo ha llorar
-¿A quien tenemos que pegar, mi niña?-pregunta Nat con tono dulce mientras Celia me acaricia el pelo.



viernes, 5 de octubre de 2012

CAPITULO 42

Al salir de los vestuarios, estuve hablando un rato con Rafa sobre lo del equipo de baloncesto y lo pinta muy bien, pero no logro convencerme. Estamos saliendo por la puerta del gimnasio hablando animadamente, Rafa intentando convencerme.

-Hola-dejo de hablar con Rafa para ver a Jaime apoyado en la barandilla de las escaleras de la calle
-¿Que haces aqui?-se esfuma todo mi buen humor
-Para preguntarte porque motivo me has cerrado la puerta en la cara, tal vez, no se...-dice sarcásticamente cuando se percata de la presencia de Rafa- ¿Y este quien es?
-Por que te lo merecias, tal vez, nos se... -imito ignorando su pregunta
-¿Y se puede saber porque me lo merecía?-se lleva las manos a la cabeza
-¡Porque si!
-¿Os llevo a algún sitio?-pregunta Rafa mirando a uno y a otro con cara de preocupación intentando calmar los humos-tengo ahí el coche-señala. Asiento y Jaime me mira resignado

Cuando subimos al coche reina el silencio total. Jaime y yo tenemos demasiado orgullo, el para que Rafa se entere de porque estoy enfadada con el, y yo, para admitir que a lo mejor (¡solo a lo mejor!) estoy siendo algo (¡algo!) irracional. Rafa parece incomodo y mira de vez en cuando a Jaime por el espejo retrovisor y este le lanza miradas, no demasiado agradables. Estoy sentada en el asiento del copiloto y miro por la ventana para calmarme un poco, me dedico a mirar los árboles que hay plantados en la acera de la calle, y pasan rápidamente como si fuesen ellos los que se estuviesen moviendo y no nosotros. Antes de que me de cuenta hemos llegado a la urbanización y Jaime sale rápidamente del coche y espera a que yo salga. 

-Voy a hablar un momento con Rafa-digo bajando la ventanilla-ve entrando-Jaime levanta una ceja pero asiente y se mente dentro de casa dando un portazo
-Vaya-susurra Rafa-Que momento mas incomodo.. ¿no?-me río
-Es insoportable
-Yo le he visto majo
-Eso es porque le has visto poco...-vuelvo a reír- En cuanto a lo del equipo no lo tengo claro aún
-Veras, se que es una difícil de...-suena el móvil de Rafa y este lo saca del bolsillo mira quien le esta llamando y cuelga. Pregunto arrugando la nariz:
-¿Alguien con quien no quieres hablar?
-Mi novio y si, no quiero hablar con el...
-¿Novio?
-Si, soy gay ¿Ningún problema verdad?-pregunta as la defensiva
-Ninguno-sonrio-¿Puede saberse porque no quieres hablar con el?
-No-bufo
-Deberías desahogarte un poco-le aconsejo para que me lo cuente. Puede que sea un poco cotilla
-Si tu me dices por que estas enfadada con ese chico-responde. Abro la boca y la vuelvo a cerrar
-Vale, tu ganas, no me lo cuentes- suelta una carcajada
-¡El viejo 1, sara 0!
-Eres muy infantil, ¿lo sabias?-le recrimino abriendo la puerta del coche
-No te creas-sonrie. Saca la cartera y me da una tarjeta- Si cambias de opinion y quieres unirte a mi equipo, llamare
-Muy bien viejo-sonrio mientras cada uno entramos por la puerta de nuestras respectivas casas


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